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Foto del escritorJuan Adrian Karca

El viaje de la pequeña Lucía.

Actualizado: 16 jul

(Cuento - Metáfora)

Había una vez una pequeña luciérnaga llamada Lucía. Vivía en un bosque mágico rodeado de árboles altos y arroyos cristalinos. Lucía era curiosa y siempre se preguntaba sobre su existencia y el mundo que la rodeaba.


Un día, mientras volaba entre las hojas de un roble, Lucía se encontró con un anciano sabio, el Gran Búho. El Gran Búho era conocido por su profunda comprensión de la vida y la naturaleza.

“¿Quién soy yo, Gran Búho?”, preguntó Lucía. “¿Por qué estoy aquí?”


El Gran Búho sonrió y respondió: “Lucia, tú eres un ser especial. Tienes un alma, una chispa espiritual que te dio vida. Tu alma te permite ser quien eres mientras existes en este mundo. Cuando llegue el momento, tu alma se retirará y se transformará en algo nuevo”.

El Gran Búho extendió sus alas majestuosas. “La conciencia es como una luz interior que brilla en ti. Comenzó desde que se inició tu evolución como ser vivo, cuando fuiste una pequeña larva, y se ha desarrollado a medida que crecías. Es lo que te permite darte cuenta de tu entorno, sentir emociones y tomar decisiones. Desde la ameba hasta el humano, todos los seres vivos tienen conciencia, pero en diferentes niveles”.


Lucía reflexionó sobre esto y preguntó: “¿qué hay de las personas, Gran Búho?”


El Gran Búho miró a Lucía con ojos sabios. “Las personas son seres especiales. Tienen cuerpos, mentes pensantes y una conciencia creativa. Pero lo más importante es que están animadas por un alma. Esa chispa espiritual les da vida y los conecta con todo lo que existe en el universo”.


Lucía volvió a su hogar en el roble, llevando consigo las palabras del Gran Búho. Ahora entendía que su alma y su conciencia eran regalos preciosos. Cada vez que brillaba en la oscuridad, Lucía sabía que era parte de algo más grande, algo eterno.


Y así, la pequeña luciérnaga continuó su viaje, compartiendo su luz con el mundo y recordando siempre que su alma y su conciencia eran tesoros que la hacían única.

Espero que esta historia, que es una simple metáfora, ayude a los niños, y a muchos adultos, a comprender la importancia del alma, la conciencia y la persona en su propia existencia.

(Jak con ayuda de IA)

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