DESPERTAR EL AMOR-CONCIENCIA

En nuestra reciente charla con un maestro amigo (*), cuando me preguntó si ya me había “zampado” las páginas 300, 301 y 302 de “La biología de la creencia” del Dr. Bruce H. Lipton, algo profundo se iluminó en ambos. Él, con su cariñoso saludo de siempre, me recordó que, tras las palabras y los conceptos, late un misterio común a todos.

Fuimos recordando juntos unos pasajes subrayados por mí en el libro.

“A pesar de nuestro moderno estrés y del aparente caos de nuestro mundo, existe un orden en la naturaleza y en realidad no hay nada nuevo bajo el sol.”

Sentimos, como un loto que emerge puro del fango, que nuestra verdad esencial permanece intacta pese al bullicio mental.

Volvimos a apuntar estas palabras que Lipton comparte con esperanza evolutiva:

“Si los humanos siguiéramos el modelo de vida de las saludables comunidades celulares, nuestras sociedades y nuestro planeta serían más pacíficos y vitales.”

Comprendimos que no se trata de un ideal inalcanzable, sino de un llamado a recordar nuestra propia naturaleza: tejida en comunidad y apoyada en el amor compartido.

Mi maestro exclamó con asombro:

Y en esa sencilla frase resonó la risa quieta del universo, invitándome a reconocer que el Amor es una sola melodía interpretada en mil instrumentos que evocan simultáneamente amor y conciencia, llamado “Amor-Conciencia" por una guía espiritual australiana (*).

Y entonces nos quedamos con esta invitación de Lipton, que brota de la ciencia y florece en la experiencia mística:

“Para que ese esplendor de comunidad global acontezca, debemos aprender a meditar en cada gesto. Porque cada respiración consciente disuelve el velo que nos separa, y allí descubrimos que el otro no es un extraño, sino un espejo de nuestra propia luz.”

Vivir con Amor-Conciencia es la clave de una vida responsable, próspera y abundante. La conciencia nos permite darnos cuenta de la realidad de lo que estamos viviendo. El amor nos ilumina hacia una responsabilidad plena, eligiendo siempre una respuesta alineada con nuestra verdad más profunda y el bienestar de todos.

Concluimos que la meditación y la conciencia plena, o “Amor-Conciencia”, nos permiten disolver las barreras del ego, reconociendo que cada ser es una extensión de nuestra propia luz. Al vivir con este Amor-Conciencia podemos contribuir a una comunidad global más armoniosa y amorosa, donde cada acción refleja esa unidad esencial.

❤️Jak

ConcienciaAhora.com Nota: Información convertida en relato por Sebastián Arenas.

(*)Rafael Hernández: “Contaminación Invisible”. “Durmiendo con el enemigo” y “Tecnologías que enferman”

(*)Isha: “Por qué caminar si puedes volar”